Un atragantamiento consiste en un trozo de un objeto, ya sea carne, un juguete o un globo, que se nos mete dentro de la vía aérea (porción que va desde la nariz a nuestros pulmones), por lo tanto dificulta la respiración, llegando a producir asfixia.
En una situación como ésta, es vital actuar con rapidez para retirar el objeto y restablecer una correcta respiración.
Para explicarlo de forma que sea más fácil de comprender, vamos a imaginarnos que nos encontramos con un adulto con el que estamos comiendo y hablando y que de repente se atraganta con un trozo de carne que va por el sitio que no es. Entonces el individuo va a actuar comenzando a toser para intentar expulsar el objeto extraño de su vía aérea. Lo primero que podríamos pensar que debemos hacer es darle unas palmaditas en la espalda para ayudarle a toser... ERROR!!!! Ya que de ese modo estamos favoreciendo que el objeto descienda más por la vía aérea y pudiendo provocar que se quede impactado y que el individuo no sea capaz de expulsarlo con la tos. Por lo tanto, si lo vemos toser para expulsar el trocito de carne debemos dejarlo que tosa sin darle agua ni nada, ya que si una persona tose significa que respira. Si vemos que sigue tosiendo y está rojo y que además de repente deja de toser echándose las manos al cuello y poniéndose morado es cuando se produce el atragantamiento como tal. Ante un atragantamiento total si poder respirar, el individuo podría vivir entorno a 4 minutos, por ello tenemos que actuar rápidamente ya que nos encontramos con una parada respiratoria por un objeto. ¿Qué es lo que tenemos que hacer para salvarle la vida?
Para ello realizaremos la maniobra de Heimlich. Consiste en que nosotros vamos a suplantar la tos del paciente. Lo haremos del siguiente modo:
Al realizar esa presión conseguiremos que su diafragma golpee los pulmones, exprimiéndolos, impulsando el aire por la tráquea para expulsar el objeto. Esto se repetirá el número de veces que sea necesario, hasta que salga el objeto.