Todos nosotros estamos acostumbrados a escuchar desde pequeños numerosos consejos o remedios familiares, transmitidos de generación en generación. Otras veces son las revistas u otras publicaciones las emisoras de falsa información o, no del todo cierta, sobre numerosos temas sin
fundamento científico. En el post de hoy vamos a hablar concretamente de algunos de los mitos más populares y extendidos dentro del campo de la alimentación. Es importante desmentirlos ya que muchas veces pueden confundir a las personas e incluso, ponerlas en peligro como ha ocurrido con algunas de las dietas más famosas y menos saludables. Veamos algunos de ellos:
- Comer fruta de postre engorda.
Cualquier alimento aporta siempre las mismas calorías, da igual si se ingiere a una hora u otra, antes o después de las comidas. Lo que sí es cierto, es que la fruta ingerida antes de las comidas puede tener un efecto saciante debido a su alto contenido en fibra y agua. La fruta solo engorda si la tomamos en cantidad excesiva, pero se recomienda consumir unas tres piezas diarias.
- Beber agua antes de las comidas engorda.
El agua es una sustancia acalórica, no contiene calorías, así que da igual cuando la tomemos. Si se toma antes o durante las comidas puede ayudar a saciarnos más rápido, por lo que incluso se recomienda en dietas adelgazantes.
Es totalmente falso. Cuando exprimimos la fruta se pierden vitaminas y antioxidantes. De ahí que nuestra madre siempre nos haya hecho beber el zumo de naranja nada más ser exprimido.
- Tomar proteínas e hidratos de carbono en la misma comida engorda.
En los últimos años se han puesto de moda numerosas dietas, iniciadas por las celebritis y copiadas por muchas mujeres con el afán de perder unos kilos. Es el caso de las llamadas dietas disociadas que se basan en consumir alimentos que contienen diferentes tipos de nutrientes, de forma separada. Los defensores de estas dietas utópicas, absurdas y sin ninguna base científica, se basan en que tomar por ejemplo, proteínas e hidratos de carbono conjuntamente, causa problemas en la digestión. En realidad, a la hora de engordar lo único que importa son las calorías totales de los alimentos y no cuándo o cómo se consumen.
- La vitamina C no ayuda a combatir la gripe ni los resfriados.
El culpable de este falso mito es probablemente Linus Pauling, premio Nobel por duplicado pero que se equivocó respecto a este tema. La vitamina C tiene múltiples propiedades, entre ellas la de ser un importante antioxidante y la de mejorar nuestro sistema inmunitario, pero no va a librarnos de padecer gripe o resfriados.
- Los productos envasados como latas en conserva no son saludables por su alto contenido en metales pesados.
No es cierta tampoco la anterior afirmación, de hecho las conservas contienen prácticamente las mismas propiedades nutricionales que los mismos alimentos al natural. Es cierto que las latas están fabricadas con metales como el plomo o el aluminio, pero por dentro están recubiertas de una película protectora que impide totalmente el contacto directo con dicho material. Además los alimentos se encuentran preservados al vacío por lo que es imposible su contaminación.
Hasta aquí los mitos de hoy que esperemos que os hayan sido de interés.
Referencias:
http://www.cecu.es/publicaciones/falsos_mitos.pdf
http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu23410.htm
http://www.vitaminasbasicas.com/vitaminas/hidrosolubles/vitaminac/propiedades.asp
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