A todos nos gusta lucir unos pies bonitos y sobre todo en verano que es cuando llevamos puestas sandalias. Pero el problema es que la mayoría de las veces que queremos enseñar los pies ahí están ellas, las durezas....
Una ve que han aparecido lo más recomendable es acudir al podólogo, pero en casa siempre hay algún remedio para poder reducirlas.
Uno de los remedios más usados es la piedra pómez. Para ello previamente hay que tener los pies a remojo, luego frotarlos con la piedra y por último hidratar los pies para que no se resequen.
Otro truquillo perfecto para verano es caminar por la orilla de la playa, ya que el agua de mar ablandará nuestras piel y la arena se encargará de ir eliminando poco a poco las durezas.
También se puede preparar una pasta de aspirina y jugo de limón. Consistiría en triturar 6 aspirinas y mezclarlas con jugo de limón y un poquitín de agua. La masa tiene que quedar espesa así que no os paséis con el agua. Luego esta masita se pone encima de la dureza, se tapa con plástico transparente y encima se le pone una compresa caliente para que facilite la penetración de la masa durante 15 minutos. Por último se frotaría con la piedra pómez y aplicaríamos crema hidratante.
Además conseguir ablandar la piel con una pasta compuesta por ajo triturado y aceite de oliva.
Usando, como no!!, cuatro cucharadas de manzanilla por cada litro de agua, ayudaremos a reblandecer la piel y además aliviaremos la piel.
Untando nuestros pies con vaselina y cubriéndolos a la noche con calcetines mientras dormimos también contribuye a eliminar las durezas.
Para terminar recordad que para tratar correctamente los problemas siempre se debe acudir a un podólogo, ya que nadie más va a saber tanto de pies como ellos.
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