miércoles, 22 de octubre de 2014

REMEDIOS PARA LA CONGESTIÓN NASAL

Ahora que estamos en otoño es el momento perfecto para que, por desgracia, padezcamos congestión nasal. Ésta consiste en que la nariz está taponada debido a que se hinchan los tejidos que recubren la mucosa nasal por dentro, porque los vasos sanguíneos están inflamados. El problema se vuelve más molesto cuando se producen secreciones nasales, ya que si hay exceso de moco puede bajar por la parte posterior de la garganta y puede causar tos o dolor de garganta. Además puede ir acompañado de dolor de cabeza.

Las causas pueden ser: resfriado común, gripe, infección sinusal, rinitis alérgica, pólipos nasales, rinitis vasomotora...

La clave para poder eliminar los mocos es conseguir que sea un moco diluido, sirviendo como ayuda beber muchos líquidos. 
También se puede inhalar vapor de 2 a 4 veces al día (sin inhalar vapor caliente) o utilizar un vaporizador o humificador. Otra forma de inhalar vapor podría ser echando unas gotitas de aceite de eucalipto en un recipiente con agua caliente, poniendo una toalla sobre la cabeza respirando el vapor que se produce. Las gotas de aceite de eucalipto también se pueden substituir por flores de lavanda y hojas de menta.

El lavado nasal es otro método eficaz, ya que facilita la eliminación de moco. Para ello se puede usar aerosol salino (en caso de hacerlo casero lleva: 1 taza de agua tibia, 1/2 cucharadita de sal y una pizca de bicarbonato de sodio) 3 o 4 veces al día.
Aplicar durante 5 minutos compresas mojadas con agua caliente sobre la nariz, al rededor de unas 3 veces al día, facilita la fluidez del moco.
Además es recomendable seguir una dieta rica en vitamina C, consumiendo por ejemplo naranjas, limones, espinacas... y dejar de fumar.
Quizás pueda sorprendernos, pero gracias a que el ajo y la cebolla tienen un fuerte aroma ayudan a descongestionar y ablandar las mucosidades. Los más valientes pueden llegar a masticar directamente un diente de ajo. En cambio la cebolla suele partirse a la mitad y ponerse en la mesilla de noche mientras dormimos.

En caso de que los síntomas persistan varios días es recomendable la visita al médico, ya que quizás necesitemos alguna ayudita más que los remedios caseros.



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